ROSCOS DE ANÍS, FRITOS
Los roscos se conservan pocos días, pero aunque se endurezcan están igual de buenos.
Estos roscos de anís están buenísimos y no son difíciles de hacer. El anís se puede echar dulce o seco. Dicen que los antiguos siempre se hacían con anís seco.
También hay quien le echa anís en grano (matalahuga) para potenciar el sabor y encontrarse las semillitas en la masa, o freír las semillitas en el aceite y luego colarlas. Eso lo dejo a vuestro gusto.
Ingredientes para 6 comensales
- 1 huevo
- 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 2 cucharadas de azúcar
- 2 cucharadas de leche
- 2 cucharadas de anís
- 1 papelillo de gasificante (los 2 sobres)
- Harina común: unas 5 cucharadas
- Ralladura de limón
- una pizca de sal
- Para rebozar:
- azúcar y canela
- Para freir:
- aceite de oliva virgen extra
Con esta receta seguro que os saldrán bien, he procurado explicarla con detalle.
Cómo se hacen los roscos de anís:
Batir bien el huevo, echar el azúcar, agregar la ralladura de limón y el anís y seguir batiendo. Se pone en un vaso la leche y se le echa el papelillo doble de gasificante, que los hace subir mucho.
Se le agrega a la mezcla y a continuación se pone la harina tamizada.
He utilizado 5 cucharadas colmadas de harina de la normal, de todo uso, pero esta medida es orientativa, pues no todas las harinas son iguales. Es mejor echar menos y después ir echando más, si hace falta.
Hay que mezclar bien la masa en un cuenco, que debe quedar muy blandita. Después la sacamos a una mesa enharinada y hacemos una bola que dejaremos tapada una hora, aproximadamente, que repose la masa.
Para formar los roscos hay dos opciones:
Si la masa es blanda, hay que ponerse aceite en las manos.
Puedes hacerlos formando una bolita y se va metiendo un dedo haciendo el agujero y agrandándolo. De la mano, a la sartén. Estos roscos salen especialmente blanditos.
Si la masa es algo más dura se hacen formando un rulito y pegándolos. En este caso es mejor enharinarse las manos.
Se fríen en aceite de oliva virgen extra (AOVE). Yo prefiero usar aceite de oliva, y aunque en la mayoría de las recetas usan para freír aceite de girasol, yo soy de usar para todo el AOVE, pues éste crea una barrera al freír que impide que el aceite entre en mayor cantidad dentro de la pieza, los deja mas crujientes y el gusto también varía. Para mi gusto, lo mejora.
Ponemos la sartén al fuego y una vez que empiece a moverse, es señal de que está caliente, pero no demasiado. Entonces se van echando los roscos.
Lo mejor es echar un rosco y ver si el aceite está en su punto, pues hay que procurar que se hagan bien por dentro, pero que no queden flojos por fuera . Se echan uno a uno, pocos de cada vez, dependiendo del tamaño de la sartén.
Se van sacando a un papel de cocina para que pierdan el exceso de aceite.
Se pueden rebozar con azúcar normal y si te gusta, echarles el azúcar mezclada con una poquita de canela molida.
Se deben guardar en un recipiente forrado con papel de cocina y bien tapado para que se conserven mejor y más días.
Gracias por tu visita. Si me dejas un comentario sabré si te han gustado.
Si tienes alguna duda, o alguna pregunta, coméntamelo también y te contesto.