Estos pastelitos están deliciosos.

Rescaté una vieja receta de un bizcocho pequeño y plano. Aumenté las cantidades de los ingredientes a fin de que fueran suficientes para el molde de 9 mini savarines que acabo de estrenar.

Es un molde bastante original y práctico, con un hueco cerrado para poder rellenar los pastelitos. Quedan muy bien.

Pensé en cómo rellenarlos, que fuera algo vistoso y con poco trabajo. Se me ocurrió seguir con el chocolate blanco y la mantequilla, así hay menos cacharros que limpiar. Y unas frutas rojas. En esta caso he puesto las congeladas. Estas nunca fallan y además siempre las tengo disponibles.
No pogo la cantidad de frutas en los ingredientes, pues dependerá de los gustos de cada uno. 

Batimos los huevos y el azúcar hasta que suban y resulte una mezcla blanquecina. Añadimos la vainillina. Seguimos mezclando. Incorporamos la leche y la mantequilla con el chocolate derretido y terminamos de mezclar.

Ponemos el horno a precalentar a 200º.

Tamizamos la harina y la levadura sobre la mezcla anterior, poco a poco y sin remover demasiado. Terminamos de mezclar.

Pincelamos los huecos del molde con la mantequilla, o aplicamos spray desmoldante. Los llenamos con la mezcla, que no llegue al borde. Damos unos golpecitos sobre la enccimera para que se reparta bien la mezcla por los moldes.

Ponemos en el horno, en la parte media-baja. Bajamos la temperatura a 180º, y programamos 15 minutos. Este tiempo es orientativo A partir de ese momento debemos pinchar uno para comprobar si están hechos.

Cuando estén hechos los sacamos del horno y cuando pierdan un poco de calor los sacamos del molde y ponemos sobre una rejilla para que se enfríen.

Rellenando los pastelitos:

Para rellenarlos, fundimos el chocolate con la mantequilla, y revolvemos muy bien, hasta que quede una crema espesa y fina.

Ponemos una cucharada del chocolate blanco fundido dentro de cada pastelito. Al echar el chocolate en la base del hueco impermeabilizas el bizcocho, de modo que el jugo que puedan soltar las frutas queda dentro. Y pincelamos un poco por las paredes

Si prefieres que el jugo impregne el bizcocho, pincela el chocolate solo por las paredes y nada, o muy poco, en la base. O pincha con un palillo la base de chocolate antes de poner las frutillas.

Después repartimos las frutas rojas que habremos sacado una media hora antes del congelador y por último adornamos espolvoreando por encima con azúcar glass, con la ayuda de un colador.

Quedan muy bonitos. Son ligeros y ricos.

Los he presentado con unas ramitas de menta chocolate, que no solo decoran, también los impregnan de su aroma.