Los chipirones son calamares, la diferencia es que son de tamaño mediano o pequeño. Así se diferencian del calamar, llamando así a los más grandes, incluso a los patagónicos, que son más duros y algo diferentes de sabor.

Los chipirones son tiernos y finos, y si los elegimos de un tamaño mediano, que no sean demasiado pequeños, nos sirven para rellenar.

En esta receta pongo un relleno de carne y huevo, pero igualmente podéis rellenarlos además de con sus propias patas y aletas y con gambas, preparándolas similares a éstas, incluso con el huevo. Salen deliciosos.

Los valores nutricionales del calamar crudo, por cada 100 g. son:

• 80 kilocalorías.
• 1,60 gramos de grasas.
• 37,85 mg de magnesio.
• 110 mg de sodio.
• 280 mg de potasio.
• 190 mg de fósforo.
• 144 mg de calcio.
• 0,7 gr de hidratos de carbono.
• 16,25 gr de proteínas.

Cómo se hacen los Chipirones rellenos en salsa de almendras:

Se limpian los chipirones, se separan las aletas y las patas, se pican muy pequeñitas y se reservan. 

En una sartén se ponen 3 cucharadas de Aceite de oliva virgen extra (AOVE). Cuando esté caliente se echa la cebolla y el diente de ajo muy picaditos. Se rehogan unos 5 min. y se le añaden las aletas y patas reservadas y algo de sal y pimienta. Se saltean y se le pone la carne picada. Esto se cocina a potencia alta.

Cuando veamos que la carne esta un poco doradita se le echa el vino y se deja que evapore.

Se pone a potencia baja, la tapamos  y la dejamos 15 minutos removiendo de vez en cuando. Si vemos que la necesita, le echamos una poca de agua para que no se pegue.

Destapamos y si tiene liquido dejamos la sartén abierta a máxima potencia unos minutos. 

Pelamos el huevo cocido, lo picamos y lo integramos. Ya tenemos preparado el relleno. Dejamos que se enfríe.

Cuando esté frío, o tibio, nos ponemos a rellenar los chipirones.

Nos ayudaremos con una cucharita, con la que iremos rellenándolos. No se deben llenar del todo, pues se revientan al cocerse. Lo mejor es llenarlos hasta las 2/3 partes, algo más de la mitad.

Cuando los tengamos rellenos, los cerramos con un palillo de madera.

Vamos pasando por harina los chipirones rellenos, los sacudimos para quitar el exceso y los freímos ligeramente con el resto del AOVE, en una cacerola amplia

Le damos una vuelta, se fríen por el otro lado, los sacamos y reservamos.

Dejamos el AOVE sobrante en la cacerola y ponemos el resto de la cebolla y el diente de ajo muy picaditos. Los salteamos y añadimos el tomate pelado, también muy picado. Rehogamos unos minutos hasta que el tomate se haya bajado.

Ponemos los chipirones, la cúrcuma y una pizca de pimienta, mejor si es de colores y recién molida .

En la batidora echamos las almendras y el perejil, con el vaso de agua caliente y la media pastilla de caldo. Batimos muy bien todo y se lo agregamos a la cacerola.

Ponemos a cocer a potencia baja, tapada, alrededor de 15 min., dándole vaivén de vez en cuando para que no se agarre la salsa.

Pasado el tiempo, comprobamos si están tiernos y si le hiciera falta sal. (no le pongo sal, pues la media pastilla de caldo ya tiene suficiente sal.... aunque eso es a gusto de cada uno)

Podemos servirlos recién hechos o dejarlos de un día para otro. Si los dejamos, los rectificaremos de sal cuando los vayamos a comer, porque con el reposo normalmente se realza el sabor.