Os traigo un guiso tradicional a base de col, con judías blancas como legumbre y acompañado de patatas, chorizo y morcilla.

La col es rica en clorofila con aporte en vitamina C, favorece la asimilación del hierro combatiendo la anemia. Con potasio, calcio y fósforo fortalece el esqueleto y equilibra el sistema nervioso. y su aporte de magnesio, hierro y betacarotenos favorecen el buen estado de la piel y las mucosas. En este guiso hay una buena cantidad de col.

Las judías blancas, también llamadas alubias, fabes en Asturias, mongetes en Cataluña, y seguro que en otros sitios también tienen otros nombres... como en Córdoba, mi ciudad, que las llamamos habichuelas.

Sus beneficios para la salud son importantes, a pesar de que no siempre tienen buena fama porque a muchas personas le producen gases, debo decir que en este guiso no son solo las judías los que los pueden producir. También las coles y los embutidos dan gases, así que hay que tener cuidado con la cantidad que comemos y con el postre.

El chorizo y la morcilla deben ser de muy buena calidad, con poca grasa. Yo siempre uso unos de Córdoba, de mis amigos de Embutidos Jurado.

Lo mejor para tomar después de un plato tan contundente como éste, es tomarse un yogur. Para mi es el postre ideal tras un plato con legumbres, o un guiso contundente.

Y vamos a que os explique cómo hago el guiso. Al final de la receta os dejo el vídeo con el paso a paso, que tengo subido a mi canal de You tube.

Cómo se hace el guiso de col y judías con chorizo y morcilla:

Comenzamos preparando las verduras: limpiamos la col, la troceamos, pelamos las patatas, la cebolla, las lavamos y troceamos.

Ponemos en el fondo de la olla que vayamos a utilizar las 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y en cuanto esté caliente ponemos la cebolla troceada con un poco de sal, que se poche.

Si queremos desgrasar el chorizo y la morcilla, antes de echarlos a la olla les podemos dar un hervor corto con agua, que después desecharemos.
Prefiero cortar el chorizo a rodajitas, pero la morcilla dejarla en un solo trozo, pues si la cortamos se deshace.

Una vez pochada la cebolla, echamos todos los ingredientes y las judías cocidas, lavadas y escurridas.

Yo he puesto judías de bote porque el resto de los ingredientes se hacen en muy poco tiempo y así ahorro además de tiempo, electricidad, que está muy cara. 

También utilizo olla a presión, pues en menos de 15 minutos está todo tierno.

Cuando estén tiernas se prueban de sal. Hay que tener en cuenta que la morcilla y el chorizo añaden sal y color. Si os gustan un poquito picantes y con más color, se le pone una puntita de pimienta y azafrán.

El guiso se puede guardar de un día para otro, pero las patatas se endurecen.

Me encantaría que este guiso os haya gustado, que para muchos será conocido, o parecido a otros, como por ejemplo al caldo gallego, aunque no sea igual. 

No deja de ser un plato tradicional, con variantes, como tantos de los que hacemos en este país y que os aseguro que está muy bueno.

Espero vuestros comentarios, que los contesto todos, y ya me diréis que os ha parecido. Gracias por visitar mi blog.

El vídeo en You Tube:

https://www.youtube.com/watch?v=JiTxHuIkH54