Flamenquín cordobés
El flamenquín cordobés es una de las 3 especialidades cordobesas mas típicas junto con el salmorejo y el guiso cordobés de rabo de toro.
Estos tres platos son los que los cordobeses recomendamos siempre a quienes vienen de fuera.
Los últimos años proliferan flamenquines de todo tipo con rellenos variados, pero el flamenquín cordobés auténtico es bastante mas simple y no menos sabroso: Un buen filete (normalmente de magro de cerdo) relleno de una o varias tiras de jamón serrano (y si le ponemos jamón ibérico ya ni os cuento lo delicioso que está)
Su ejecución es bien sencilla: Aplanar un filete muy fino de magro de cerdo o si lo preferís, se hacen también con varios filetes muy finos de lomo del cerdo superponiéndolos en parte hasta lograr la medida deseada.
Se rellena con tiras de jamón serrano entreverado, que lleve algo de tocinito, mas jugoso. Se cierra haciendo un rulo, apretando bien con las manos, que no se vaya a abrir. Se pasa por huevo y pan rallado y se fríe en un buen aceite de oliva virgen extra (Aove), muy apropiado para la fritura y que le aporta mas crujiente, mas sabor y penetra menos dentro del alimento.
Ahora bien, si os parece algo complicado, o que da mucho trabajo, os puedo recomendar comprarlos ya preparados, pero es imprescindible encontrar una buena marca que ofrezca garantias de calidad y de sabor en alimentos precocinados.
En los últimos años también se hacen los flamenquines con filetes de pechuga de pollo y recuerdo que cuando yo era niña, mi madre los hacía con un filete muy fino de ternera.
Yo, barriendo para casa, os recomendaría una empresa cordobesa de Puente Genil de distribución de precocinados que reune estas cualidades: Frimesa, que hace un flamenquín artesano típicamente cordobés y tienen variedades de lomo, magro y pollo para elegir.
Se fríen sin descongelar con abundante Aove en una sartén amplia y honda o en una freidora, a 180ºC durante 4 o 5 minutos.
Se sacan a un papel de cocina para que suelten el exceso de aceite y se sirven inmediatamente.
Para mi, el tamaño ideal del flamenquín es sobre 20 cm., aunque en los bares y restaurantes se encuentran de todos los tamaños. algunos super grandes de 40 cm., incluso más.
El acompañamiento básico que más se pone por aqui para los flamenquines consta de lechuga, tomate y mayonesa. Si le ponemos patatas fritas, magnífico.
A mi me gusta ponerle las patatas cortadas en bastones a lo largo, fritas en un buen aceite de oliva virgen extra. Acompañando aparte, unas aceitunas y también un cuenco con un buen salmorejo. Y si freímos unos pimientos verdes, bueno...bueno... de locura.
Es una de las comidas mas ricas que se pueden comer, os lo puedo asegurar. De esas que cuando tienes reunida a la familia o tienes invitados en casa, te la van a agradecer.
Aprovecho para contaros la historia del flamenquín cordobés, algo controvertida, pues hay quien afirma que viene de Andújar (Jaén) y otros que viene de Bujalance (Córdoba). Existe información de que hace casi 60 años en el bar de tapas Florida, en la calle Concepción de Córdoba, servían un pequeño flamenquín de filete de ternera muy fino, relleno con unas tiras de jamón serrano y tocino (casi como el que hacía mi madre) Este se considera el antepasado de nuestro flamenquín cordobés, aunque tratándose de recetas antiguas es dificil saber su procedencia real.
¿A que se os ha abierto el apetito?.
Espero vuestros comentarios sobre esta especialidad cordobesa. Si tenéis alguna pregunta dejádmela en los comentarios.