BOLLO DE LECHE Y MIEL, CON SÉSAMO
Este pan dulce es muy suave, esponjoso y con un agradable sabor, acentuado por el crujiente de las semillas de ajonjolí.
La receta la tenía apuntada en una libreta antigua. La forma que le he dado ha sido porque en una tienda vi un pan con una forma parecida y pensé que podría hacerlo.
La ejecución la hice como me pareció que podría ser, y salió bien.
INGREDIENTES:
200 ml. de leche
30 g. de miel
1 cubito de levadura de panadero fresca
500g. de harina de fuerza
100 g. de azúcar
100 g. de mantequilla
1 cucharada de ajonjolí
1 huevo
1 pizca de sal
En una cacerola amplia calentamos la leche, añadimos la miel y mezclamos y cuando esté templada, añadimos la levadura y la disolvemos. Aireamos la harina, la incorporamos, a continuación ponemos el azúcar y la mantequilla ablandada e incorporamos a la masa.
Añadimos el huevo y el ajonjolí y mezclamos bien todo.
Pasamos la masa a una superficie enharinada y amasamos hasta formar una bola.
Tapamos y dejamos que leve en un lugar templado durante un mínimo de 1 hora.
Pasado el tiempo, volvemos a amasar desinflando la masa, hasta que quede suave y elástica y formamos un cilindro largo, que enrollaremos sobre sí mismo como una espiral, sobre una bandeja de horno cubierta con papel para hornear.
Dejamos que suba hasta que doble el volúmen.
Lo pintamos con leche y la metemos en el horno precalentado a 180º, en la parte media-baja del horno, calor arriba y abajo, pero poniendo debajo del grill una bandeja de horno para que no se nos tueste.
Programamos 30 min.: ya sabeis que no todos los hornos son iguales y debemos vigilar el tiempo.
Se deja enfriar sobre una rejilla.
Yo lo serví tal cual, sin mas adorno. No lo necesita.
Aquí tenéis el corte. Estaba buenísimo.