GALLETAS FÁCILES DE MANTEQUILLA CON ALMENDRAS
Estas galletas están muy ricas. Son delicadas y suaves, a la vez que fáciles de hacer. Dan poco trabajo.
Ideales para hacerlas a menudo, aunque una vez horneadas duran bastantes días, si las guardamos bien.
En un bol grande ponemos la harina y la levadura. Mezclamos.
Agregamos la mantequilla blanda, el huevo y el azúcar y mezclamos.
Ponemos la leche poco a poco, incorporándola.
Sacamos la masa a una superficie de trabajo y amasamos hasta que quede bien integrada.
La envolvemos en film plástico y la tenemos en el frigorífico mínimo 1 hora.
Cuando las vayamos a preparar, las sacamos del frigorífico, quitamos el film plástico, dividimos la masa en dos, la juntamos y amasamos ligeramente.
Ponemos el horno a precalentar a 180º.
Espolvoreamos la superficie de trabajo con harina, ponemos la masa y la estiramos con un rodillo hasta dejarla como a medio centímetro de grosor.
Utilizando un corta pastas, o un vasito (lo que tengamos a mano) cortamos las galletas y las colocamos en una bandeja de horno forrada con papel de hornear.
Pintamos con huevo batido y ponemos por encima almendras en cubitos y un poco de azúcar.
Introducimos las galletas en el horno, que pusimos a precalentar y a los 5 minutos lo bajamos a 170º.
Según el horno, pueden estar entre 10 y 15 min. Hay que vigilarlas.
Yo las guardo en una caja de lata, sobre papel. Así duran más y es la forma ideal para transportarlas, si son para llevar a alguna fiesta.